El portador de la luz 1: El prisma negro

¡Buenos días!

Últimamente llevo un libro entre manos que, siendo sincera, me costó arrancar a leérmelo, pero una vez he empezado... me gusta cada vez más y más, así que he pensando que sería buena idea recomendároslo.

Se trata de la trilogía de "El portador de la luz", en este caso, el primer volumen que llevo por título "El prisma negro" y está escrito por Brent Weeks, autor norteamericano.

La historia se desarrolla en un mundo alternativo, en principio inspirado en el Mediterráneo del siglo

XVII, aunque dotado de una magia basada en los colores del espectro lumínico, que los "trazadores" son capaces de manipular según sea su sensibilidad gracias a una sustancia presente en el cuerpo humano llamada "luxina", que interactúa con el espectro lumínico y digamos que llega a materializarlo según la voluntad de estos trazadores.
La narración se en varios personajes:  el Prisma Gavin Guile, el hombre más poderoso del mundo y capaz de controlar todos los colores de la magia;   Kip, un muchacho gordo y falto de autoestima que se ve inmerso en mitad del resto de vidas cuando se entera que es hijo bastardo del gran Prisma, prácticamente al mismo tiempo en que su ciudad natal es arrasada cruelmente. En Liv, una joven trazadora hija de Corvan Danavis, ex general que luchó al lado de Dazen Guile hace dieciséis años en la llamada "Guerra de los Prismas", de la que Gavin salió victorioso, y por último, en la vida y desventuras de Karris Roble Blanco, quien prácticamente provocó la guerra entre los dos hermanos Guile y ahora es parte de la Guardia Negra, cuerpo de élite de la Cromería, que sirve al Espectro y al Prisma.

Toda la acción se desarrolla en un reino formado por siete satrapías subordinadas al poder del Prisma,  no obstante,  la rebelión de una de ellas y el descubrimiento de que Gavin Guile engendró un hijo bastardo durante la última gran guerra pondrán en peligro los secretos mejor guardados por el hombre más poderoso del mundo.

La narración es fluida pero de una calidad literaria que no tiene nada que envidiarle a otros bestsellers del momento. Quizás uno de sus puntos fuertes es la capacidad de asombrar al lector, tanto por determinados giros en la trama (o golpes de efecto,  o descubrimiento de algunos secretos), como por las descripciones: uno puede llegar a oler las malolientes calles de la decadente Garriston y al mismo tiempo asombrarse ante las cúpulas de colores y espejos y los edificios hechos de luxina de la Cromería, en las islas de Jade. En definitiva, es un mundo trabajado con gusto, con una gran mitología propia detrás, sus leyendas y sus propios grandes personajes dentro de la historia ficticia.
Otro de los puntos fuertes son los diálogos, especialmente cuando abre la boca Kip, que es incapaz de controlarse, logrando arrancar una sonrisa cada poco al lector. 

Al final, es difícil dejar de querer saber qué va a ocurrir con los personajes, y dónde va a llegar la trama, con un ritmo que va en ascenso desde la primera página hasta la última, enganchando cada vez más a la lectura.

Sin duda, en mi caso, este libro ha sido un descubrimiento que ha desbancado a otros libros de mi particular Top 10.