Los juegos de rol:
¿reglas?
¡No! ¡Un 1 ahora no!
Cualquiera,
en un mal momento
¡Hola a
todos!
Voy a
seguir con mi pequeña serie de artículos (este debería ser el último de los
tres). Aquí tenéis los enlaces al primero y al segundo.
Si los
juegos de rol se basan principalmente en la interpretación… ¿Por qué necesitan
reglas? ¿Qué pintan los dedos en todo esto? ¿Es un capricho tirar dados y tener
fichas de dos folios para cada personaje? ¿Es el fetichismo de los dados el que
lo causa? Hagamos un viaje espacio temporal para ver lo que ocurre en la
sociedad casi sin reglas que es el patio de un colegio:
Juego de polis y cacos, 11:00 a.m,
patio del colegio:
- ¡Jajaja!
- Jajaja!
- ¡Pum pum! ¡Te he dado!
- ¡No! ¡Pum! ¡Yo a ti sí!
- ¡No, eso es trampa! ¡Yo te he dado
antes!
- ¡No, yo!
Al ser un
juego de rol infantil y primitivo, no tiene nada que controle y evite los
abusos. Afortunadamente, no nos encontramos nosotros en esa situación de
barbarismo y anarquía.
Los juegos
de rol algo más desarrollados y maduros tienen medios para controlar ese tipo
de cosas, por ejemplo: Un personaje intenta trepar a un árbol rápido porque le
persigue un león, pongamos. ¿Qué hacemos? Evidentemente, la persona que lleva
al personaje quiere que su personaje suba directamente al árbol… Pero si
siempre sucediera lo que uno desea, no habrá aventuras. Lo adecuado sería tirar
un dado y dejar que el azar actúe un poco.
Siguiendo
el ejemplo… ¿Treparía igual de bien un ancianito, cojo, ciego y manco que un atleta
profesional? Es evidente que no, que ambos no pueden tener la misma
probabilidad de trepar bien al árbol en el mismo tiempo. Por ello nacen en los
juegos de rol los atributos de los personajes, que miden como de buenos son
haciendo las cosas.
En resumen:
Los juegos de rol necesitan reglas para dar apoyo a la historia, para que sea
entretenida y justa para todos. Primero es la historia, luego las reglas, no al
revés.
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