Entonces la fama y el renombre
de Sigmar, el portador del martillo
del alto rey de los enanos,
se extendió a lo largo y a lo ancho.
Sigmar el jefe, poderoso señor
de los unberogens, y otras tribus
de la Humanidad.
Excepto de los teutogens.
¿Quién es ese Sigmar?
¡Peleemos contra él!
Hombre contra hombre, bueno para los orcos.
Pero los dioses fruncieron el ceño.
Que Sigmar prevalezca. Que las tribus se unan,
que la Humanidad tenga un buen jefe.
Y derrotado fue el jefe Teutogen
y de Sigmar fue su trono.
Señor de todas las tribus, jefe de Hombres.
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